Hay que reconocerlo, el Real Madrid es muy punk
Según
la R.A.E. punk
significa, en una de sus acepciones, lo siguiente: Movimiento
musical aparecido en Inglaterra a fines de la década de 1970, que
surge con carácter de protesta juvenil y cuyos seguidores adoptan
atuendos y comportamientos no convencionales.
En lo que al Real
Madrid
afecta, si bien ha tenido jugadores preocupados por lo que ocurre a
su alrededor, es el
final de este significado
lo que nos atañe.
Comenzamos por Juan
Gómez, Juanito.
No comentaremos cosas que el malagueño hizo debido al famoso pronto
que tenía, como el pisotón a Mathäus. Sí recordaremos el
famoso
botellazo
que se llevó en Belgrado al ser sustituído. España se jugaba la
clasificación para el Mundial de Argentina
de 1978.
El ambiente estaba muy cargado y venía de lejos ya que la propia
Yugoslavia
nos eliminó
en la clasificación del anterior Mundia, R.F.A. 1974. Un gol con la
tibia de Rubén Cano, casi sin ángulo, nos consiguió el pase al
campeonato, cuando Juanito
se retiraba sustituído al banquillo,
no se le ocurre otra cosa que hacer un gesto
con el pulgar hacia abajo al público.
Una botella lanzada desde la grada le acertó
de pleno en la cabeza.
Más o menos como Iggy
Pop
en el escenario esperando la lluvia de escupitajos. Quizá lo
más punk que hizo Juanito
fue poner un vídeo donde salía
toreando una vaquilla
en una capea en el autobús
del equipo
(actividad que los futbolistas de élite tienen prohibida, en
definitiva tiene prohibido cualquier cosa que pueda poner en riesgo
su integridad física), con el cuerpo técnico y directivos delante.
Más o menos fue como decir: me
importa un huevo lo que piensen los
demás,
mirad qué bien toreo... Puro punk. ¡Qué pena fue lo de Juanito!
Quienes le conocieron dicen que era muy buena
persona.
Tuvo el valor de reconocer que se dopó y no saber controlar su
carácter, lo que le impidió ser el mejor jugador de Europa.
Pasemos a la directiva. Uno de los presidentes
más punkarras
del Real Madrid fue Lorenzo Sanz y por varios motivos. Fichó
a un directivo,
un tal Calvillo,
cuya finalidad era contestar
las provocaciones que Joan Gaspart
lanzaba desde Barcelona. Si no les parece lo suficientemente punk,
fue quien sacó
un dinero de la caja del
Madrid
con el pretexto de tener que jugar una partida
de parchís.
Con posterioridad se supo que era para pagar una prima a terceros,
vamos, ni Malcom McLaren. Alcanzó su zénit el
famoso día de la
portería,
todo un Real Madrid que él presidía no tenía porterías de
repuesto después de que una de ellas fuera derribada por el público.
Eso le costó la presidencia.
Pasamos a Ramón
Calderón,
que si bien le colaron un falso
Nicolas
Cage
en el palco y a gusto que posó con él para las fotos, le concedemos
unas Doctor Martens color rojo por aclamar
públicamente
cuando ganó las elecciones a
un tal Nanín,
de quien decía no conocer en absoluto el día que dimitió
acosado por varios escándalos
de los que por cierto, está ganando todos los juicios al
respecto.
Nuestro actual
presidente,
aunque no lo parezca, es un punk de primera. Aplicando para los
posibles rivales a las elecciones a la presidencia unas condiciones
imposibles de cumplir
por un 95% de los que estén interesados, qué menos que cantar a voz
en grito “Nooooo future for youuuuuuuu”. Y todo ello con la
aprobación de la asamblea de socios compromisarios cercana al 100%,
muy a lo búlgaro.
Volvemos a los jugadores. Thomas
Gravesen
fue sacado de su plácida existencia en Liverpool como jugador del
Everton para jugar en el Real Madrid. Llegó un mes de enero y pronto
se ganó fama
de futbolista
violento
y pendenciero.
Unos vídeos muy simpáticos que le hicieron en Canal+ mejoraron algo
su imagen, pero para el imaginario madridista siempre quedará
aquella expulsión
a los 10 segundos de
haber
entrado a jugar como sustituto
y su cara
desencajada
mientras echaba
en cara algo a Zidane
a la vez que berreaba su mote: Zizouuuuuuuuuu... Cresta e
imperdible para él.
José
María Gutierrez, “Guti”
ha sido de los últimos jugadores que ha salido por la puerta
pequeña
habiendo merecido una buena despedida de la afición, aunque sólo
sea por haber estado en el club desde
alevines
hasta el primer equipo.
Su juego discontínuo le privó de gozar de la titularidad como tenía
que haber sido. También su
carácter
le
hizo decir cosas de las que seguramente se habrá arrepentido,
como descalificar a la afición
de Villarreal
o decir aquello de: no
me veo con 60 años en una discoteca, ahora sí.
Johnny Rotten no lo habría hecho mejor. Se
le echa de menos,
cuando estaba inspirado, justificaba
el precio de la entrada,
sin duda alguna.
Como ven el
punk y el Real Madrid están muy unidos.
Y usted amable lector, ¿recuerda algún punkie madridista que no se
haya nombrado aquí?
La época de la quinta del Buitre fue bastante punk. Comenzó con Juanito rotten y Lozano intentando llevar de putas a un imberbe Butragueño. La leyenda afirma que no lo consiguieron. Sigue con peripecias punk como la tocada de huevos de Míchel a Valderrama, el sacamorito de Hugo Sánchez al portero del Mallorca Ezaki Badú. O esa otra, cuyos protagonistas no recuerdo, pero que en pleno atasco de la ctra de La Coruña se subieron al coche de Pizo Gómez, el pundonoroso paquete del Paleti, a vacilarle y reirse de él. Por no hablar de Buyo, el portero skinhead, y sus idas de olla.
ResponderEliminarY presidiendo el más punk, Don Ramón. Si a Lorenzo Sanz le llamaba el chico de los cafés!
Y acaso no era una actitud de lo más punk las medias bajadas de Gordillo?! O la mala leche de Schuster?
Don Ramón era un punk de campeonato, fue portada del ¡Hola! metido en la cama con bata de seda a lo David Niven. Su muerte, de hecho fue muy punkie.
Eliminar¿Y qué decir de Fernando Hierro y su "ya no sabes cómo jodernos, ¿verdad?" a escasos milímetros del careto de Gracia Redondo, aquel nefasto árbitro.
Paco Buyo, quizá debería escribirse con "k", era un jugador que tenía la habilidad de agredir a un contrario y que encima lo expulsaran. También fue muy punkie eso de meter dentro un balón que iba a córner para que el delantero rival lo empujara a gol a placer.
Sí, el madridismo es punk.