Si
bien un empate hubiera sido lo más justo, no ha decepcionado el
partido de ida de las semifinales de la Copa de Europa. En un
ambiente abiertamente
hostil, el Madrid no tuvo su
mejor día pero no se dejó llevar por el tobogán de
emociones que es una
eliminatoria de competición europea, fue primero a por el empate, a
punto estuvo de marcar el segundo y después de que el propio Kroos
rechazara un trallazo
de Marcelo que iba con toda la intención, la contra propició el
penalty de Carvajal a Tévez. Mala suerte.
Hoy seguramente ocupará mucho espacio el partido que realizó Sergio Ramos. Que en uno de los partidos más decisivos de la temporada Ancelotti coloque en el centro del campo a un central supone, principalmente, que no confía ni en Illarramendi, ni en Lucas Silva, ni en Sami Khedira. Toda una declaración de intenciones para la temporada que viene. Es evidente que Sergio Ramos no jugó bien, pero hay que valorar el hecho de jugar fuera de la posición natural de un jugador. Ancelotti tiene el culo pelado de jugar estos partidos y si toma estas decisiones, por algo será.
Después de todo, un 2-1 es un resultado que perfectamente se puede remontar jugando en casa el partido de vuelta. El Bernabéu, si bien es poco generoso en Liga con el propio equipo de casa, en Copa de Europa ofrece un ambiente que merece la pena vivir. Quedan siete días para sufrir y para soñar con la final de Berlín. El Real Madrid lo tiene en su mano. Eso sí, huya de gafes y lugares dónde haya presenciado derrotas estrepitosas, haga el favor.
Así es. Tenemos a los haters e infras, que se habían tenido que morder la lengua tras el partido de Ramos frente al Atleti, desatados...
ResponderEliminarSí, amigo Brigadier, la memoria es selectiva y la exigencia máxima, sin importar lo que hayas hecho ayer mismo. No entiendo el pesimismo reinante, el resultado no es nada malo jugando la vuelta en casa. Partidazo en 7 días.
EliminarY allí estaremos. Hala Madrid!
ResponderEliminarEso es. ¡Hala Madrid!
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