En
la primera parte de esta entrega nos quedamos en el género musical loser
por excelencia, el bolero. Arrancamos esta segunda parte con el
estandarte de la elegancia tanto en la voz como en las letras:
Richard Hawley con Born
under a bad sign.
Si hay que ser un perdedor, mejor cantando esta canción.
Continuamos con la versión que hizo The Clash del himno loser de la Motown Every little bit hurts, escrita por Ed Cobb. La parte carismática de la banda inglesa -Strummer, Simonon- deja sitio al lado pop y la excelencia musical del grupo representado por Mick Jones y Topper Headon para soltar este maravilloso cover, inédito hasta su lanzamiento en el recopilatorio The Clash on Broadway de 1.991.
Cuando vuelvas, encontrarás a una persona distinta, si cambias de opinión, más o menos es lo que canta Bob Mould en If I can't change your mind al frente de Sugar. Cardigan noventero en ristre, Mould nos deja esta joya pop para los que quieren dar la vuelta a la situación, aunque sea demasiado tarde.
¿Y no hay música en castellano en este post? Por supuesto. Aquí viene José Mª Sanz y su muchachada, o lo que es lo mismo Loquillo y los Trogloditas. Si bien Rock & Roll Star es un canto a la esperanza, Cadillac Solitario es el olvido, la frustración, nostalgia... Sentimientos losers por excelencia.
Unos años más tarde de la anterior canción, Gabinete Caligari alcanza la cumbre popular de su carrera con el LP Camino a Soria, que incluye este tema aplicable a un loser de amplio radio, lo que podríamos denominar perdedor vital. ¿Quién no se ha sentido subido a este carrusel? Con todos ustedes: Como un pez.
Cerramos este post con otra canción de los años 90. Beck irrumpe en el mundo musical con este himno a ritmo de rap/ hip hop con la delicadeza de recordarnos a todos lo que somos en inglés y castellano: soy un perdedor, I'm a loser baby, so why don´t you kill me? Se puede decir más alto, pero no más claro.
Ah, el mundo loser, cuántas y qué maravillosas canciones nos hacen caernos del guindo cuando la autoestima y el ego nos ciegan por completo. ¿Habrá tercera parte? Espero que sí.
Continuamos con la versión que hizo The Clash del himno loser de la Motown Every little bit hurts, escrita por Ed Cobb. La parte carismática de la banda inglesa -Strummer, Simonon- deja sitio al lado pop y la excelencia musical del grupo representado por Mick Jones y Topper Headon para soltar este maravilloso cover, inédito hasta su lanzamiento en el recopilatorio The Clash on Broadway de 1.991.
Cuando vuelvas, encontrarás a una persona distinta, si cambias de opinión, más o menos es lo que canta Bob Mould en If I can't change your mind al frente de Sugar. Cardigan noventero en ristre, Mould nos deja esta joya pop para los que quieren dar la vuelta a la situación, aunque sea demasiado tarde.
¿Y no hay música en castellano en este post? Por supuesto. Aquí viene José Mª Sanz y su muchachada, o lo que es lo mismo Loquillo y los Trogloditas. Si bien Rock & Roll Star es un canto a la esperanza, Cadillac Solitario es el olvido, la frustración, nostalgia... Sentimientos losers por excelencia.
Unos años más tarde de la anterior canción, Gabinete Caligari alcanza la cumbre popular de su carrera con el LP Camino a Soria, que incluye este tema aplicable a un loser de amplio radio, lo que podríamos denominar perdedor vital. ¿Quién no se ha sentido subido a este carrusel? Con todos ustedes: Como un pez.
Cerramos este post con otra canción de los años 90. Beck irrumpe en el mundo musical con este himno a ritmo de rap/ hip hop con la delicadeza de recordarnos a todos lo que somos en inglés y castellano: soy un perdedor, I'm a loser baby, so why don´t you kill me? Se puede decir más alto, pero no más claro.
Ah, el mundo loser, cuántas y qué maravillosas canciones nos hacen caernos del guindo cuando la autoestima y el ego nos ciegan por completo. ¿Habrá tercera parte? Espero que sí.
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