En Textos de Amor y Odio se habla de cine, literatura, música y de fútbol. La intención no es otra que crear debate y ofrecer pistas que pueden ser interesantes para el lector. Entren libremente, marchen sin novedad y dejen algo de la felicidad que traen.
Portada 3
lunes, 30 de diciembre de 2013
La San Silvestre Vallecana
Mañana
es la festividad de San
Silvestre
y se celebrarán por muchas ciudades del mundo carreras
populares y profesionales
para festejar la Nochevieja. En
Madrid
será su 50ª
edición,
40.000 participantes inscritos correremos
del Santiago Bernabéu al estadio de Vallecas,
barrio que da nombre a la prueba. La mayoría llevaremos la camiseta
oficial, otros irán disfrazados, algunos irán acompañados de sus
hijos dando a la carrera un tono festivo y familiar.
viernes, 27 de diciembre de 2013
El miedo, de Gabriel Chevallier
En
unos pocos días comenzaremos el año 2014 en el que se conmemorará
el primer
centenario
del estallido de
la I Guerra
Mundial,
aquella de las trincheras, los obuses, Verdún... El
horror en su primera versión,
la revisión tardaría en llegar 25 años.
Gabriel
Chevallier
(1895-1969) fue un joven francés que tuvo que interrumpir sus
estudios para acudir
a la llamada a filas.
A través de su alter
ego
Jean Dartemont, nos
cuenta su experiencia
en la mal llamada Gran
Guerra.
¿Grande, por qué? Desde 1870 Francia no entraba en guerra, lo que
suponía 44
años de paz, demasiados
para
aquellos que rigen el destino de los demás, los que apelan al patriotismo desde la retaguardia mientras que el
ciudadano de a pie es destinado al frente.
El
libro cuenta cómo se vive
la proclamación de la guerra, el
estúpido romanticismo
de los que creen hallar en la guerra el camino a la redención, la
estancia en el hospital
cuando Dartemont cae herido, los permisos... Así hasta el
armisticio. El
lector
se
siente dentro
de
la
trinchera,
oye
el zumbido de los
obuses,
pasa hambre y frío, vive
el miedo:
El
horror de la guerra radica en esta inquietud que nos corroe. Su horror está en la duración, en la incesante repetición de los peligros. La guerra es una amenaza perpetua.”No sabemos ni la hora ni el lugar”. Pero sí sabemos que el lugar existe y que la hora llegará. Es insensato esperar que escaparemos siempre.
La
obra entera de Chevallier está repleta de reflexiones como la
anterior. Aun cuando la historia discurre lejos del frente, la
lectura es
ágil,
violentamente cristalina sobre el leitmotiv,
indignante por cómo
se pudo llegar a ese punto,
cómo se pudo repetir tan rápido y cómo, desgraciadamente, se sigue
produciendo.
Le
aseguro que ninguno de los hombres que he visto caer a
mi alrededor murió pensando en la patria, con “la
satisfacción del deber cumplido”. Y creo que muy pocos han ido a la guerra con la idea del sacrificio, como hubieran tenido que hacerlo unos verdaderos patriotas.
Como
podrán adivinar, Chevallier fue acusado de anti patriota cuando se
publicó el libro, le costó que alguien se atreviera a publicarlo. Afortunadamente, contamos
con testimonios como el
suyo
para los que tenemos la fortuna de no haberlo vivido, saber
cómo es el infierno,
no en el cielo sino en
la tierra.
El miedo
está publicado por la editorial El Acantilado. Muy recomendable.
miércoles, 25 de diciembre de 2013
Cuento de Navidad
Leonor
vive sola acompañada por su perrita Mirna
en un modesto piso ubicado en un modesto barrio. Enseñada por el propio carácter de su ama, el
animal sabe a quién saludar y a quién no. La vida que llevan es
rutinaria, paseos por el barrio, charlas con los perreros
del parque cuando no con los vecinos de la zona o con cualquiera que
su intuición le dice que comparte con ella impresiones acerca de la
vida, en especial con la gente joven. A todos ellos cuenta que ya no
le queda mucho tiempo, no por ningún achaque en especial, sino por
pura lógica.
La mujer, ya octogenaria, tuvo una vida difícil
desde que nació. Fue abandonada por su madre en una inclusa. Hasta
los 18 años estuvo a cargo de las religiosas que regentaban el
hospicio. Su llegada a la vida adulta definió la que iba a ser su
profesión. Leonor amaba el baile e hizo de él su forma de vida. Se
enroló en una compañía que viajaba por todo el mundo, iban allí
donde les contrataban, ya fuera Líbano, Australia, Francia o México.
La compañía no era de ballet clásico siendo sinceros, pero
el hecho de tenerse que buscar la vida desde casi su nacimiento, hizo
que Leonor tuviera el sentido de autoprotección muy desarrollado.
Así, a quien quisiera escucharla contaba que después de actuar,
cuando alguien deseaba invitarla, ella misma se encargaba de pedir
las bebidas: para
el señor, champán; para mí, limonada.
Las continuas idas y venidas a España le permitieron tener
una visión mucho más amplia de la vida que las mujeres de su edad
que no habían salido del país. Volver a casa era como regresar al
lugar donde las cosas no evolucionaban, más bien al contrario. Esto
explica el hecho de que no se hubiera casado o hubiera formado una
familia. Ella no quería una vida de pata quebrada y en la cocina.
Había conocido parte del mundo y quería conocer el resto. Tuvo un
amor del que nunca nadie supo el nombre, lo único que contaba de él
fue que ella le dejó muy claro que no iba a casarse. Se quisieron
mucho, se amaron todo lo que pudieron. Pero ahí queda la historia
para los demás. Siempre habla de él en pasado, dando a entender que
ya falleció.
El día de Nochebuena, Leonor recibió una
carta. No llevaba remitente. Al abrirla vio con sorpresa que el sobre
incluía una foto de su amado con una pequeña nota que decía: Te
esperaré siempre, no tengas prisa.
De
la sorpresa, Leonor pasó al estupor, su propia experiencia vital la
había hecho refractaria a los milagros y a los hechos inexplicables.
¿Quién podría haberlo hecho? Los vecinos que vienen a verla
ocasionalmente, el mismo chico de los recados del supermercado que
cada quince días le acerca la exigua compra para ella y la perrita,
el chico de la frutería o quizá el cartero.
Concluyó que alguien la apreciaba. Alguien quería que ese día se sintiera un poco
acompañada o simplemente pretendía arrancarle una sonrisa. Como así
había sido, decidió no romperse la cabeza. Quien hubiera sido la
conoce, seguramente la había visto ese mismo día o la vería al día
siguiente. Y cuando eso ocurriera, la vería contenta. Eso ya era
suficiente para ella y seguramente para el remitente.
lunes, 23 de diciembre de 2013
Canciones con slide
El
slide es una técnica
de guitarra,
alarga la duración de la nota consiguiendo un sonido
evocador y bello
como pocos. Las canciones que incluyen esta técnica son perfectas
para acompañar en los viajes,
disfrutar de la conducción o si se viaja de pasajero, ver
el paisaje
mientras suenan. Será por eso que me recuerdan a las road
movies.
Comenzamos
con Railroad Man de The
Eels.
Una mini historia de búsqueda
de caminos de retorno
y de maneras
de vivir.
Pocos personajes como Mr. E para contarnos estas cosas. En estos días
de regalos, recomiendo vivamente su libro Cosas
que los nietos deberían
saber.
Conocí
a Quique
González
a través de esta canción que forma parte de la banda
sonora
de la película Arena
en los bolsillos,
film de temática adolescente que merecía
mucha más
repercusión
de la que tuvo. Caminando en círculos es todo un
himno.
Micah
P Hinson
es un cantante tejano muy apreciado
en el circuito
indie
español. La voz
grave
y el sonido
country-folk
marcan su estilo.
Aunque desgraciadamente sus conciertos suelen ser siempre acústicos,
si tienen oportunidad de verlo en directo, háganlo, no se
arrepentirán. La primera vez que le vi fue en la sala Moby Dick, no
sé cuántas personas seríamos, pocas en todo caso, los que allí
estuvimos podremos contarlo a las siguientes generaciones. Beneath the rose forma parte de su primer álbum Micah P Hinson and the
Gospel of Progress de
2.004.
Cambios
de vida, amores perdidos... Croocked Fingers nos habla en Sleep all summer de todas estas cosas. Hablaremos largo y tendido de este grupo
más adelante, en otro post. Suelen tener la buena costumbre de venir
a España a tocar. Estén atentos
pues.
Terminamos
este post con Richard Hawley y su hit Baby you're my light.
No sólo de country vive el slide. La elegancia de su voz y la
evocación de esta técnica hacen que esta balada dure para siempre.
Por los siglos de los
siglos.
viernes, 20 de diciembre de 2013
España 12 - Malta 1, una goleada y una confesión
Mañana,
21 de diciembre, se
cumplirán 30 años
de la histórica goleada a Malta, el famoso 12
a 1,
resultado
mítico
que alimentó los espíritus futboleros de varias generaciones,
hambrientas
como estaban de
éxitos
a nivel de selecciones, no
lo saben bien los jóvenes de hoy en día.
Nos ponemos en antecedentes, era la última jornada del grupo de
clasificación para la Eurocopa que se iba a celebrar el año
siguiente en Francia. España
llegaba a este partido con la necesidad de ganar y además por once
goles de diferencia
para superar por goal
average
a Holanda que había jugado su último partido días antes,
precisamente ante Malta. El asunto se presentaba como un
imposible.
Ni
siquiera el estadio
del Betis, el Benito Villamarín, estaba
lleno.
Pleno invierno, la lluvia que cayó los días anteriores y el
resultado a priori imposible hizo que la gente se quedara en casa. El
partido comenzó con el esperado
acoso
a la portería de Bonello. Muy pronto tuvimos un
penalty a favor que Señor estrelló en el poste, pero Santillana
vino pronto al rescate, quién si no. Lo que no se esperaba nadie fue
el
gol de Degiorgio.
Todo el mundo presume de saber quienes metieron los 12 goles
españoles, pero nadie sabe quién marcó el maltés, así que
apunten, quedarán muy bien en cualquier tertulia futbolera. ¿Creen
que yo lo he consultado? ¡Ja! La
primera parte
terminó
con el resultado de 3-1,
muy corto para completar el milagro.
Santillana,
justo antes de reanudarse el partido, fue entrevistado por Alfonso Azuara
a pie de campo. Dijo que realmente era
muy difícil
marcar 9 goles, pero
por ellos no iba a quedar.
Todos los que vivimos aquel día pasamos
en estos 45 minutos de la esperanza
al ¿y
si lo hacemos?,
de ésto último al no
puede ser
y del no
puede ser
a
la locura.
El esfuerzo de los jugadores fue titánico, las
oleadas fueron continuas,
sin descanso. Sólo Maceda se quedó en la línea central con Buyo,
en uno de sus pocos partidos como internacional del guardameta, un
poco más retrasado. Malta
no salió de su propio campo.
Los goles fueron cayendo en los minutos 47, 57, 62, 63, 64, 76, 78 y
80. Así pues quedaban 10 minutos para marcar el último que daba la
clasificación. Como no se cansó de decir el
gran José Ángel de la Casa
a lo largo de todo el partido: los
nervios señores, importantísimos.
Una internada de Víctor que acabó con el barcelonista en el suelo
provocó un despeje débil de la defensa maltesa dejando el balón
botando mansamente en el borde del área, Juan Señor
pegó un zurdazo
al balón en carrera, marcando un gol que le elevó a los altares
junto a Telmo Zarra, Marcelino y Rubén Cano, consiguiendo así la
clasificación para el 8 naciones de Francia de
1.984.
Al día
siguiente nos daban las vacaciones de Navidad en el colegio. Si ya de
por sí es una jornada casi festiva, el 12-1 lo
convirtió en fiesta completa. La centralita de RTVE se colapsó con
llamadas que solicitaban que repitieran la emisión, cosa que
hicieron. Hubo no pocos comentarios
dejando caer que el partido estaba
amañado.
Para todos los que lo vimos, nada parecía indicarlo. En realidad los
jugadores de Malta eran amateurs,
se conformaban con goleadas poco escandalosas. Los españoles
contaron después que vieron el partido de Holanda contra los
malteses y se concienciaron de que la
goleada podía ser
porque Malta no jugaba nada al fútbol. Hoy en día sería muy
difícil que se diera el resultado, más bien al revés. No es rara
la eliminatoria de Copa del Rey donde un 2ªB elimina a un equipo de
1ª, muestra de que la competitividad llega a todas las categorías.
Así pues, este fue el resultado más recordado de la selección
nacional de fútbol en mucho tiempo, hasta que la generación actual
mandó al infierno todos los complejos y maldiciones que nos
gastábamos. Si desean ver el partido completo, rtve.es lo tiene
colgado en su página
web.
La
confesión. Hace 10 años, cuando se celebraba el vigésimo
aniversario de la goleada, en el día de Navidad, volví a ver con mi
padre el partido. Él estaba muy enfermo. Al día siguiente se apagó,
cansado como estaría de la lucha contra el mal que padecía. Podemos
decir que este partido, prácticamente, fue lo último que vio. Me
consta que su última tarde la pasó contento.
miércoles, 18 de diciembre de 2013
Matthias Sindelar supo decir que no
¿Qué haría usted si su país fuera invadido por una potencia extranjera y además ésta empezara una persecución contra usted y los suyos? Esto fue lo que le pasó a Matthias Sindelar, héroe austriaco elegido popularmente como el mejor deportista del siglo XX de su país.
Sindelar
formó parte del llamado Wunderteam,
aquella selección que deslumbró
en el Mundial de 1.934
en Italia. Cuatro años antes fue una de las selecciones europeas que
no viajaron hasta Uruguay por lo lejano y costoso del viaje,
perdiendo
así una oportunidad
de lograr un resultado histórico.
Delantero del Austria de
Viena, Sindelar era conocido como el Mozart
del
fútbol
o como el
hombre de papel
por su extraordinaria fragilidad. Su
juego era fuera de lo común
dominando tanto el gol como el control del balón. Ganó tres Copas
de Austria con su equipo.
En 1.938 Alemania
anexiona Austria,
el Anschluss.
Esto suponía el fin como nación de Austria a todos los niveles,
siendo el deportivo uno más. Alemania
había hecho un papel muy discreto
en el torneo de fútbol disputado en
los Juegos Olímpicos de Berlín
en el 36. El mundial que se iba a celebrar en Francia en 1.938,
último antes de que se abrieran por segunda vez las puertas del
infierno, suponía para Alemania la oportunidad de sacarse
la espina del fracaso olímpico.
Y ahora podrían
contar con los mejores jugadores austriacos.
Así
pues, poco tiempo después del Anschluss
se celebró en el estadio Prater de Viena un partido
entre las dos selecciones
que pronto iban a ser una sola, a
modo de despedida del anexionado
y de bienvenida
del invasor. Corría el rumor de que los
locales recibieron consignas
para dejarse ganar para así obtener Alemania una victoria
propagandística. El propio Sindelar
falló aposta
goles cantados durante la primera parte. Después del descanso Karl
Sesta
y Sindelar
marcaron
dos goles.
En la celebración de uno de ellos, se
dirigieron al
palco,
repleto
de altos cargos nazis
y
Sindelar inició una danza
burlesca
dirigida a todos ellos.
Como era de esperar, nunca se lo perdonaron.
Una vez unificada
la selección,
le ofrecieron a Sindelar
la posibilidad de unirse a ellos, pero se
negó
en redondo. El Mozart
del fútbol,
con raíces judías así como su novia italiana, odiaba a los nazis y
no podía soportar la suerte que corrió su país. Aparecieron los
dos muertos el 23 de enero de 1.939. Los
motivos nunca se aclararon del todo,
lo que sí está documentado fue el seguimiento
al que le tenía sometido la
Gestapo.
La versión oficial
decía que se habían suicidado con el gas, aunque nadie se encontró
una llave abierta o desperfecto alguno en las conducciones. Sus
amigos solicitaron un funeral
de estado,
pero los
alemanes
lo negaban
al considerarlo un suicidio. Ante la presión de los mismos y por la
conmoción popular, los nazis cedieron
cambiando el dictamen
de suicidio por el de intoxicación por monóxido de carbono. Miles
de personas
despidieron a Matthias Sindelar por las calles de Viena. Su tumba se
ha convertido en lugar
de peregrinaje
para aquellos que recuerdan a los héroes.
Como ya sabrán,
uno de los objetivos de este blog es aficionar al fútbol a la gente
que no le gusta, espero que con historias como esta lo logre. Con
Matthias Sindelar podemos decir que hubo gente del fútbol que dio un
paso al frente cuando la situación se estaba poniendo muy peligrosa.
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