Hablar
de esta película supone hacerlo de una de los films clásicos que
más seguidores tiene, auténtico
objeto de culto y
no faltan los motivos para ello: reparto excelente, el guión
adaptado de la novela de Davis
Grubb,
sencillamente magistral, una escenografía a la que es difícil
ponerle alguna pega... y todo bajo la
dirección de Charles Laughton
quien firmó con esta historia su única película como director.
El lobo acosando a los corderos
El falso reverendo Harry Powell comparte celda con un condenado a muerte por atraco a un banco. Bajo una suerte de confesión final, el condenado se sincera con Powell acerca del botín, 10.000$ en plena época de la Depresión están escondidos en su casa familiar. Nada mas salir de la penitenciaría, el predicador pone rumbo al dinero. Primero encantador y carismático, aunque enseguida despiadado, Harry Powell no va a parar hasta conseguir lo que quiere. No podía ser otro que Robert Mitchum quien encarnara al falso pastor, ese careto tan peculiar, esa violenta corpulencia, Amor y Odio tatuados en sus nudillos. A partir de ahí, luego de ganarse la confianza de la viuda del ya ejecutado compañero de celda, Harry Powell empieza una implacable persecución de los niños por la América profunda, últimos guardianes del tesoro.
La Noche del Cazador, cine con mayúsculas
Planteada como un cuento infantil, terrorífico eso sí, La Noche del Cazador logra evocar en el espectador el terror que debe experimentar la presa, mejor dicho, quien siente que va a ser cazado y tiene el aliento del predador en el cogote. El mismo Billy Chapin, increíble actuación siendo un niño, en una de las mejores frases de la película lo deja bien claro: ¿Es que él no duerme nunca? Charles Laughton acierta en la escenografía, que en las escenas más duras recuerda el cine de terror de los años 20, el cine de Murnau. Acierta Laughton en la dirección de los actores, tan teatral, tan acojonante. Soberbia Shelley Winters, increíble Billy Chapin e increíble Lillian Gish en su papel de leona defendiendo a su camada. Pocos momentos hay en el cine como cuando Gish y Mitchum cantan a coro Leaning on the Everlasting Arms
Estrenada en EE.UU. el 15 de julio de 1955, La Noche del Cazador fue un fracaso de taquilla y de crítica a pesar de que el New York Herald Tribune la incluyó entre las 10 mejores de aquel año y el New York Times sí le dio repercusión en sus páginas. Tuvieron que pasar los años para que la película alcanzara el reconocimiento que merece. Demasiado tarde para Charles Laughton, el escaso éxito que tuvo su única película como director le afectó tanto que no volvió a ponerse detrás de las cámaras. Nos lo perdimos los demás, me temo.
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