Cualquier aficionado que se haya fijado un poco habrá caído en la cuenta. De los 22 jugadores que disputan un partido, no hay ni uno que lleve unas botas con un color, no ya clásico, sino discreto. Son las cosas que tiene el fútbol de hoy en día, el fútbol moderno. De estos detalles tampoco se libran las equipaciones, ver al Real Madrid jugar de rojo o al Barcelona con las franjas horizontales, sencillamente hace daño a la vista.
Pero estábamos con las botas, ahora los futbolistas las llevan de color rosa flúor, amarillo fluorescente, azul celeste o naranja chillón, el clásico cuero negro con el adorno del logotipo de la marca de turno ha pasado a la historia o eso parece, muy pocos llevan un calzado a la altura de la tradición, quizá Xabi Alonso sea el último jugador con un cierto sentido de la estética y del buen gusto.
Y uno se pregunta qué hubieran dicho Gregorio Benito, Arteche, 'Mágico' González o Gerd 'Torpedo' Müller si al llegar a su taquilla del vestuario se hubieran encontrado unas botas con los colores anteriormente citados. No hay época perfecta, la que ellos protagonizaron también tenía sus cosas malas, sus imperfecciones. Es posible que se cabrearan y montaran en cólera pues en sus días de futbolistas profesionales esta cuestión simplemente ni se planteaba; si jugaran hoy en día seguramente se encogerían de hombros, se las calzarían, se harían las fotos pertinentes para la campaña publicitaria y a otra cosa, como hacen casi todos. Al fin y al cabo, es cuestión de dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cualquier opinión es bienvenida, salvo las consideradas ofensivas a los demás participantes o al autor del blog que serán eliminadas.