Ayer
arrancó oficialmente la temporada
2014-15
en España con el partido de ida de la Súper
Copa
entre el Real
Madrid y el Atlético de Madrid,
vigentes campeones de la Copa del Rey y de la Liga, respectivamente.
Como saben, el partido comenzó
a las 23:00 horas,
la excusa oficial era que a las 20:45 se jugaban partidos
clasificatorios para la próxima edición de la Copa de Europa y no
se puede coincidir con esta competición. La realidad es que jugar
un partido a esa hora, en un martes laborable, supone un abuso y una
estafa contra el aficionado en general y al abonado en particular.
Éstos pagan religiosamente su cuota allá por el mes de julio sin
saber cuándo y a qué hora se van a disputar los partidos, es decir,
se adelanta
el dinero sin saber a ciencia cierta si se va a poder asistir a
ellos.
Empezar un partido a las 23:00 supone salir del estadio
aproximadamente a la 01:00 de la madrugada y por mucho que sea
agosto, al día siguiente muchos tienen que trabajar, por tanto
madrugar en la mayoría de los casos, no digamos ya los peñistas que
van al estadio desde las provincias limítrofes. Ni siquiera los
niños de temprana edad se acuestan tan tarde en vacaciones. Hace
unos días, a través de sus perfiles en las redes sociales, el
pasado 4 de agosto la revista
Líbero
se hacía eco de un reportaje de David
Conn
en el diario The
Guardian
en el que se cuenta que la asociación
de Fans del Fútbol
inglés se ha reunido el pasado 14 de agosto con los responsables
de la Premier
para pedir que dejen de subir los precios de las entradas. Ojalá
cunda el ejemplo en España y una asociación similar vele por los
intereses de los aficionados y que no se permitan tropelías horarias
como ésta.
El derby de ayer subió de revoluciones cuando Ángel Di María entró en el terreno de juego. Causa asombro e inquietud que su continuidad en el Real Madrid penda de un hilo, máxime cuando el jugador argentino fue decisivo en los éxitos cosechados la temporada pasada. Al presidente del Real Madrid, a quién tanto se le llena la boca con los valores del madridismo cada vez que tiene ocasión, podría tener en cuenta que Di María no ha dejado de superarse a sí mismo, no se ha rendido, como el mismo Zidane reconoció hace ahora un año cuando también se le estaba poniendo precio, tiene tan solo 26 años y tiene un palmarés de lo más brillante, recordemos: campeón de Europa y sub campeón del mundo tan solo esta pasada temporada. Esperemos que Di María siga y por muchos años con nosotros
Ayer también se rindió un merecido homenaje a Alfredo Di Stefano, fallecido el pasado mes de julio, no en vano era el primer partido que se celebraba en el Bernabéu desde su muerte. Hubo pancartas conmemorativas, una enorme camiseta en el césped con el número 9, el que lucía en su época de jugador y la emoción de muchos de los espectadores. Si hay algo que realmente impresiona es ver a 80.000 personas puestas en pie guardando un silencio sepulcral durante un minuto que se hace eterno en memoria de una leyenda. La reciente moda de poner o interpretar música durante estos tributos resulta, aparte de hortera, una sensiblería postiza que degrada el acto de recuerdo. Hay un dicho popular que viene al caso: si no mejoras el silencio, mejor déjalo estar.
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