Tremenda
final de la Copa de Europa
la vivida el sábado en Lisboa. No es que fuera un partido
brillante
donde se desplegara un buen fútbol. Aun así, aquel aficionado que
no tuviera una implicación emocional directa, seguramente la
disfrutaría
por la emoción
y por cómo se desarrollaron los acontecimientos.
El Real Madrid fue fiel a su historia: espíritu de superación, inconformismo ante la derrota y lucha hasta el último segundo.
El primero que sale fortalecido con esta histórica victoria es Carlo Ancelotti. El entrenador italiano ha demostrado que es posible hacer bien las cosas con educación y respeto por todos. Con él al frente del primer equipo, el Real Madrid ha recuperado muchas cosas, como ésta.
El Real Madrid fue fiel a su historia: espíritu de superación, inconformismo ante la derrota y lucha hasta el último segundo.
El primero que sale fortalecido con esta histórica victoria es Carlo Ancelotti. El entrenador italiano ha demostrado que es posible hacer bien las cosas con educación y respeto por todos. Con él al frente del primer equipo, el Real Madrid ha recuperado muchas cosas, como ésta.
El primer jugador que pasa a otra dimensión no es otro que Sergio Ramos, el central sevillano ha hecho una temporada tremenda, con un final realmente espectacular. Ángel Di María, al borde del traspaso al inicio de la temporada, ha retomado su pulso competitivo y ha reconquistado su puesto, en la final del sábado fue uno de los más activos a lo largo de todo el partido, uno de los mejores. Gareth Bale ya lleva dos goles trascendentales esta temporada que se supone es de adaptación, es de esperar que la temporada que viene vaya a más. Respecto a Cristiano, salta a la vista que no está al 100% y el sábado arriesgó como hay que hacer en una final, siempre es capaz de crear una ocasión de peligro de la nada, aun así, increíble temporada del delantero portugués, récord de goles en Copa de Europa y Bota de Oro.
Respecto al Atlético, qué se puede decir. Un equipo que tiene un presupuesto cuatro veces inferior al Real Madrid ha hecho una temporada histórica. No entiendo a los que dicen que el fútbol debe cosas, más bien entiendo de oportunidades perdidas, porque nunca volverán, en todo caso habrá otras. Quizá el error de hacer jugar a Diego Costa pesó mucho en la prórroga al gastar un cambio tan pronto. Habrá que ver qué jugadores salen del equipo, pero jugadores tiene para seguir haciendo historia, en especial su capitán Gabi. Espectacular siempre, se bate el cobre todo el partido y tiene la inteligencia de jugar duro y que no le saquen tarjeta. Es el jugador que todos querríamos tener en nuestro equipo. Dura derrota, cruel y con demasiado castigo en el marcador. Eso sí, el orgullo intacto.
La Décima Copa de Europa ya está aquí. El sueño de lograrla es una realidad. Como he comentado en otras entradas, he visto en directo la 7ª y la 8ª y la ilusión sigue siendo la misma desde que era niño. El sábado, con el gol de Ramos, vi pasar mi vida por delante de mis ojos. Fue tal la tensión vivida que tuve un dolor de cabeza de tomo y lomo durante toda la noche. ¿Valió la pena? Por supuesto. Esto no tiene cura y es para siempre.
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