Mañana
se acabará esta angustia que atenaza y encoje a los aficionados. En
un caso se transformará en inmensa
alegría
y en el otro en una tristeza
absoluta.
A pie de calle se ven opiniones de todo tipo, desde los muy
optimistas,
da igual el bando que sea, que piensan en una victoria
holgada,
que si goleadas,
dar puntillas, algo fácil y que hará el pasar de los minutos del
partido algo así como estar dando un paseo por el Parque del Retiro.
Es una de las posibilidades, se puede dar perfectamente en un lado u
otro. Yo pienso que el
resultado será muy ajustado,
que el partido será trabado,
incluso es muy posible una prórroga... Veremos qué pasa al
final.
+federacionespañolafútbolEstos días, me vino el pensamiento de cuántas veces, cuando era niño, nos quedamos -los equipos españoles- a las puertas de ganar la Copa de Europa. Desde el sexto entorchado europeo del Real Madrid en 1966, tuvieron que pasar 8 años hasta que el Atleti perdiera esa final contra el Bayern de Múnich. De ahí 7 años más hasta la desgraciada final de París de 1981 del Madrid contra el Liverpool, Alan Kennedy ya saben. Cinco años más tuvieron que pasar hasta que el Barça se estrelló, con todo a favor, contra el Steaua de Bucarest. Luego llegó la Quinta del Buitre, con ellos el PSV y el Milan.
Hasta los años 90 no volvió la Copa de Europa a España y varias veces, lo mismo que en el siglo XXI. Confieso que he estado en la 7ª y la 8ª, confieso del mismo modo haber sido muy feliz estos dos días en Ámsterdam y París. He de reconocer también que me gasté el dinero que no tenía y el que tenía también, era joven, soltero y con otras prioridades vitales. En esta ocasión, la final de Lisboa, pensé seriamente en participar o no en el sorteo de entradas dado el dineral que hay que gastar y la paliza física de un viaje de 1.200 kms en dos días, pero el sentimiento es más fuerte que la lógica. Me apunté, pero para bien y para mal, no me ha tocado.
Aquellos a los que no les gusta el fútbol asistirán a toda esta invasión informativa y mediática con hartazgo. Lo entiendo. Si alguno de los que piensan así leyera este post, me gustaría razonarles que el fútbol es, dentro de las cosas que no tienen importancia, la que más tiene. Que es un sentimiento muy noble, algo loco y pasional. Además en estos tiempos duros que corren, el fútbol ayuda a llevar las penas y a distraer las preocupaciones, aunque sólo sea por 90 minutos. Los futboleros deseamos que los nuestros lo den todo, que estén a la altura de los valores, sí, que representan sus camisetas. Y si al final resulta que el rival es mejor, pues a felicitarle y a otra cosa. Los afortunados que viajen mañana, que tengan cuidado en la carretera, que Lisboa sea una fiesta y reine la paz. Ah y que gane el Real Madrid, por favor.
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