¿Qué
hacen juntos un padre que no supera su divorcio, su hijo mayor
deprimido con una hija adolescente a quien no hace el menor caso, un
hermano que regresa de su aventura como médico en África, otro que
no sabe cómo afrontar el regreso de éste, otro hermano más que
sufre retraso mental y el más joven que se casa? Son los
personajes protagonistas de la historia coral que es “La gran
familia española”.
El
detonante de la historia es la boda del hermano pequeño, realmente
joven, el mismo día en que, por fin, España juega la final del
Mundial de fútbol. El guión escrito por el mismo director de la
película, Daniel Sánchez Arévalo (Azul oscuro casi negro, Gordos,
Primos), articula las idas y venidas de los personajes y sus
circunstancias completando una buena tragicomedia. Aquí se juntan el
miedo al fracaso, no superar los problemas que plantea la vida,
las obsesiones que pueden marcar el camino por la misma cuando en
realidad todo puede ser más sencillo, la inconsciencia propia de los
veinte años... Los personajes desarrollan situaciones vitales de las
que casi nadie se ha visto libre, lo que hace que el espectador se
sienta reconocido en cada uno de los personajes, todos ellos
acompañados por el personaje de Benjamín -interpretado por Roberto
Álamo- que sufre retraso mental. Sabe más de lo que parece y
aporta a la narración dosis de ternura y locura.
Raúl Arévalo, siempre presente en el cine de Sánchez Arévalo, en esta ocasión hace un cameo que... ¿a quién me recuerda?
Los buenos diálogos marcan el ritmo de la historia y el montaje a veces trepidante de las imágenes -Nacho Ruiz Capillas- hacen que la risa y el llanto (ay... el gol de Iniesta y las paradas de Casillas...) se crucen durante la hora y cuarenta minutos de duración de la película sin que el espectador note apenas el paso del tiempo. La banda sonora, perfectamente diseñada y mezclada, corre a cargo de Carlos Faruolo y Jaime Fernández, aunque quede feo decirlo por mi parte porque quien esto escribe ha compartido con ellos correrías sonoras. La música corre a cargo de Josh Rouse.
“La gran familia española”, si van a verla se reirán, pasarán a formar parte de la frater, no lo duden. Lleven también, por si acaso, pañuelos. Merece la pena.
PD: Genial el cartel de la película en el que los actores posan como hacen los 11 futbolistas antes de comenzar el partido.
Raúl Arévalo, siempre presente en el cine de Sánchez Arévalo, en esta ocasión hace un cameo que... ¿a quién me recuerda?
Los buenos diálogos marcan el ritmo de la historia y el montaje a veces trepidante de las imágenes -Nacho Ruiz Capillas- hacen que la risa y el llanto (ay... el gol de Iniesta y las paradas de Casillas...) se crucen durante la hora y cuarenta minutos de duración de la película sin que el espectador note apenas el paso del tiempo. La banda sonora, perfectamente diseñada y mezclada, corre a cargo de Carlos Faruolo y Jaime Fernández, aunque quede feo decirlo por mi parte porque quien esto escribe ha compartido con ellos correrías sonoras. La música corre a cargo de Josh Rouse.
“La gran familia española”, si van a verla se reirán, pasarán a formar parte de la frater, no lo duden. Lleven también, por si acaso, pañuelos. Merece la pena.
PD: Genial el cartel de la película en el que los actores posan como hacen los 11 futbolistas antes de comenzar el partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cualquier opinión es bienvenida, salvo las consideradas ofensivas a los demás participantes o al autor del blog que serán eliminadas.