Hubo
un tiempo en este país en que la única televisión que existía
ajustaba los imprevistos en su programación emitiendo,
gratuitamente, video clips musicales. A veces, estos venían
acompañados por un aviso de una locutora: 'mientras
recuperamos la conexión con …'
o 'mientras
esperamos que empiece el programa... les ofrecemos unos minutos
musicales'. Otras veces era hasta que aparecía el cartón azul de Eurovisión mientras sonaba el Preludio de Charpentier.
Cómo cambian las cosas ¿verdad?
Hubo uno de estos video clips que, a fuerza de tanto repetirlo causó en mi un profundo rechazo. Sería por la fuerza de la repetición, o porque ya al oír los primeros compases de esta canción ya me podía ir preparando para esperar a que el partido de fútbol volviera a antena, o que mi programa favorito empezara. El tema en cuestión era este. Nada tengo en contra de este grupo, ni contra Midge Ure, pobre, pero me reconocerán que la canción es plúmbea como ella sola. En realidad, imagino que en Continuidad tendrían unas cintas editadas para estas ocasiones y este clip estaría el primero.
Cuando había suerte, aprovechaban a rellenar estos huecos con los vídeos producidos por aquel programa mítico que tanto ha marcado a mi generación: La Bola de Cristal. Este era uno de ellos, sirvió para que Farmacia de Guardia se diera a conocer al gran público, aunque desgraciadamente para ellos, no llegaron demasiado lejos. Del vídeo que hablo a continuación, es mítico por lo representativo que es de ésa época y porque está rodado en la no menos mítica tasca madrileña El Kwai. Representa a los años ochenta porque ya ven, con muy pocos recursos y mucha imaginación se hacían buenas cosas. No importan las miradas a cámara de los que por ahí pasan, no importa que el atrezzo sea cutre, la canción mola, el vídeo es fresco y espontáneo. Con eso bastaba.
Era otra época, no digo que mejor que la actual, simplemente distinta. La música era tratada de otra forma en la televisión, no digo de forma reverencial, pero sí se le daba la importancia que creo tiene en la vida. Nos dicen que el gran público desea otros contenidos en la televisión, no sé si esto es verdad, pero hubo un tiempo en que en la emisora pública española se hacían programas musicales de mucha calidad, como demuestra el gran recuerdo que nos han dejado a muchos. ¿Por qué no ahora?